19 de febrero de 2011

Así es como se entrega el Correo en Mi Ciudad!


No podría decir que con un día cualquiera empecé mi rutina diaria. En realidad tampoco podría decir que "empecé mi rutina diaria, porque siempre me pasan cosas tan distintas al dia anterior que la vida es una batalla, y una diversión para mi, desde que trarté de encontrarme conmigo mismo".
Acudí a la ciudad de Puebla, para hacer la entrega de un trabajo que me habían encargado; para abastecerme de productos de visutería por eso de que ando vendiendo productos y accesorios de la marca de ropa que vendo. También compre algunos aditamentos para mi computadora porque me va bien en el trabajo, y pues cuando puedo, conciento a mi bebé.
Regresé de la ciudad de Puebla –!bien cansao!– y llegando a casa pensaba continuar trabajando con un proyecto del cual estoy a cargo.
Llegué, me apeé del auto, y me topé con un pequeño bultito en el pasto, enredado con una liga (de esas que utilizan los hombres ricos para envolver sus billetes, y la que utilizamos nosotros los pobres, para atar nuestros recibos de deudas e hipotécas). Como trato de cuidar el ambiente, pues recogí el bultito de papel pensando que algún individuo había arrojado la basura hacia mi patio delantero. Como llevaba las manos llenas, la bolita se escapó de entre mis ocupadas manos y volvio a dar con el lugar donde se encontraba unos segundos antes de que la levantara.
Me apresuré a dejar todas las cosas que entorpecían mis manos y regresé a la escena del crimen.
Analizando detalladamente el objeto desconocído descansando en la hierba de mi patio delantero, me dí cuenta que era la correspondencia de la casa. ¡Si! la correspondencia de mamá enrredada de mala gana, con una liga, hecha bola, y encima, tirada en el piso.
No tenemos buzón de correo en mi casa, porque a mi papá nunca le apeteció poner uno, pues al fin nunca recibiamos  tanta correspondencia, sin embargo siempre recibiamos la correspondencia debajo del espacio que existía entre la puerta y el piso. 
Pero esto fue el colmo... No estoy muy contento con el servicio que proporciona @Correos de México, pues hace algunos meses, envié una carta con destino a Paraguay. Pagué el precio que me dijeron, y estúpidamente confiado abandoné el lugar pensando en que mi paquete estaría seguro con los mentados @Correos de México y no con una empresa gringa, la cual no mencionaré para hacer propaganda.
Total que el paquete, tenía como destino llegar en un lapso de dos semanas, y bendito sea el sistema asquerosamente mexicano, que hizo que mi paquete no llegara en dos semanas, ¡si no en tres meses!
A ahora salen con esta "pendejadota" de dejarme la correspondencia hecha un revoltijo, aventarmela como si fuera basura, y encima –¿ME PIDEN COOPERACIÓN PARA EL DÍA DEL CARTERO?–
Por eso mis queridos lectores, México está como está, porque los servicios que son originarios del país no ofrecen más que falsas esperanzas y pésima calidad al cliente. Como consejo les digo: Si no los tratan bien. Quéjense. Si nos atienden bien, no compren. Si no les dan lo que ustedes están pagando, no lo compren, o exigan. 
Como consumidores están en todo su derecho.....


GRACIAS POR LEERME.

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