27 de diciembre de 2010

Ellos son los nacos, yo no!

Cierto día, cuando me dirigía hacia mi Universidad, me subí en el camión que me llevaba de mi rancho (o sea mi ciudad) a la ciudad de Puebla.
Como de costumbre, el camión llega atascado de personas que vienen desde un municipio más distante al mío, y la mayoría de ellos son gente humilde, (ese termino se escucha un poco despectivo, pero no puedo describir de otra manera a aquellas personas) con ropa de lo más común para nosotros los que "pensamos que vivimos en la gran ciudad".
Total, que; un individuo se subió al camión mucho después que yo. Yo habia colocado mis posaderas en un asiento contiguo al de un señor que venía durmiendo y roncando a todo lo que dá su garganta, sin embargo no me molesto por lo que segui en mi propio rollo, observando a las demás personas abordar el bus.
El sujeto que abordó después de mí; por lo que podía percibir de sus "prendas de vestir" y la manera de caminar, asi como su inapropiada forma de pronunciación, me hizo pensar que era uno de -esos juniorcitos, hijos de papi- que se dirigía su Universidad.
El tiempo pasó lentamente mientras el resto de las personas que abordaba se acomodaba en los asientos sobrantes, y finalmente el autobus emprendio el viaje. 
Resulta que el tipo iba sentado dos asientos atrás del mío, y ocurrentemente pude escuchar sus comentarios tan tontos a cerca de lo que pensaba del transporte...
- O sea, este transporte huele a patas we' - le decía el Jr. a su amigo, sentado al lado de él. - En serio we' no se porque hoy en día dejan subir a tantos indios al camión we, o sea, no hay lugares y encima tenemos que soportar su olor - dijó con una expresión de asco, mirando a todas las personas en el bus.
Practicamente, la hora de viaje trató a cerca de la incomodidad de este individuo, a la hora de viajar, gracias a las personas que vienen desde tan lejos para poder ganarse el pan de cada día. A lo que me pregunto...
¿Quién dio derecho a los ricos de criticar a las personas pobres por la ropa que visten?
¿Quién les dio poder a las personas con más dinero de tratar a las otras personas, con la punta del zapato?
Y México no es racista?
No, desafortunadamente yo no pienso lo mismo. Desde el momento en que existen ese tipo de discrepancias entre géneros, clases socioeconómicas, y nichos sociales; existe la discriminación y la lucha de ver quien tiene más poder y más pasta para poder criticar.
Al junior, que se subió al camión, criticando a las personas le dejo este mensaje:
" Caballero, recuerda que de donde vienes, también es un pueblucho, y por lo tanto, eres tan "naco" como las personas que criticas...."

Gracias por leerme.

24 de diciembre de 2010

Memorias Navideñas.

Faltan pocas horas para que llegue la cena de Nochebuena. Yo sigo atascado en el feo tráfico de la 16 de septiembre en mi hermosa ciudad. Una señora se parkeó en doble fila y no permite que yo avance; y como es clásico en mi, empiezo a pitar una y otravez, en un compás de 4/4 como si fuese la tonada de una canción. Mi hermana me dice: ¡Cállate! me estresas más a mi que a la señora....
No cabe duda de que hoy es una fecha especial para todo el mundo. Para pobres, ricos, feos, bonitos, altos, bajos, gordos, flacos, anorexicos, enfermos... Para mí.
Vamos paseando calle por calle, notando una expresión de alegría en los rostros de las personas, apresurados y apesadumbrados por hacer las compras navideñas en el último momento. Sí, que alegres se ven las calles llenas de gente caminando con cajas de gran inmensidad que representan amor, cariño y afecto por estas fechas. ¿Yo? Sólo sé que la navidad es puro marketing (mis amigos me dicen Grinch, lo sé :( ).
Sin embargo, la alegría que irradia en mi, no es por cuantos regalos puedo obtener debajo del árbol al día siguiente, o cuanto dinero puedo gastar desesperadamente, para sentirme satisfecho y al contraste con toda ésta celebración.
Mi felicidad está ahi, gracias a personas como tú que hacen posible que la navidad no sea tan solo un día absurdo de derroche monetario en cualquier tienda, que ofrece felicidad a cambio de cosas materiales que tarde o temprano, desecharemos a la basura.
Para mi, la mejor de las navidades que podría pasar es ahora, y en este preciso instante; cuando las llamadas telefónicas de mis seres amados, aterrizan a mi movil o al teléfono fijo de casa. Cuando mi bandeja de mensajes telefónicos se llena de buenos deseos de personas a las que amo con todo el corazón. Cuando veo a mi abuela sentada en la mesa, desayunando con todos sus bisnietos, con una sonrisa dibujada en su rostro. Cuando disfruto de un rico dulce - aunque al día siguiente esté completamente empachado - con mis sobrinos, y mis primos. Cuando toda la familia se sienta a ver una pelicula, después de disfrutar una cena la noche anterior.
De abrir tu twitter, o tu facebook, y encontrarte con 10mil etiquetas de imagenes navideñas, deseandote éxito en estas fiestas, y en las que vienen.
Gracias a todos, por leer siempre éste humilde blog, espero que hayan pasado bonitos momentos con las pocas historias que he puesto aquí, para que sea de su agrado y disfruten las bizarras experiencias de la vida de este servidor. Y como no tengo millones de dolares, pesos o euros para regalarles algo material. Me gustaría regalarles un pensamiento que escribí ésta mañana:

"Quién dijo que las luces del árbol, representarían más que una fecha en el calendario. Para mí, cada foquito representa la esperanza que recide en los corazones de cada persona en estas fechas. Por eso debe ser que nadie apaga el árbol, durante todo diciembre. Si lo apagaran, desvanecerían las esperanzas y buenos deseos, que,  dejando a un lado todo lo material que acaba por ser efímero. -Es lo único que nos queda para mantener vivo el espiritu de convivencia y alegría con los nuestros-".....


FELICES FIESTAS, Y... CENEN MUCHO, SIN IMPORTAR, SI ES PAVO, O POLLO, PIERNA, O SALCHICHAS CON HUEVO....LO IMPORTANTE ES ESTAR CON LAS PERSONAS QUE AMAS.....
Dedicado a mi hermosa familia, y a Montserrat de Recalde :) Felicidades hermanita!

21 de diciembre de 2010

El día en que se esfumó la luz de la tierra.

Todo empezó a las 12 horas con tres minutos, una fría madrugada del día 21 de diciembre. Después del acontecimiento, la tierra se vio envuelta por un silencio absoluto, sin murmullo alguno, o silbido del viento. Todo parecía indicar que la raza humana pasaría a la historia aquel frío diciembre, donde millones de percances sucedieron en conjunto con ese extraño eclipse en el cielo. El día en que las manecillas del reloj dejaron de caminar, para traer un apocalipsis indescriptible en el globo terraqueo, el mundo; pereció.
Todo parecía estár en perfecto orden, mientras cada familia en su respectivo hogar veía la televisión,  jugaba con su consola, y chateaba en la computadora, dejando al tiempo transcurrir como cualquier día de la semana; una semana común y corriente como todas las demás.
Los noticieros daban las acostumbradas noticias: Noticias mundiales que recorrian el mundo; la aparición de una persona secuestrada, la explosión de una empresa cerca de donde yo vivo actualmente. Todo, con una marcha tan pateticamente acostumbrada que los detalles más minimos pasaban desapercibidos, detalles que en primera instancia no serían importantes hasta mucho después de aquel oscuro acontecimiento, lleno de muertes por doquier, atropeyos de lo -normal- en ésta realidad; inconcientes comportamientos, bastante indomables de la madre naturaleza como respuesta a la explotación y dominio del ser humano. El tiempo siguió apremiando las horas desperdiciadas cuando empezó todo el desastre:
Las luces en mas de 3 cuadras contiguas a donde yo vivo, empezaron a parpadear; a apagarse y prenderse una y otra vez, igual que la intermitente de un automóvil, como si el sistema electrico de la ciudad fallase por alguna causa desconocida.
La mayoría de las mascotas, perros callejeros y gatos sin dueño, comenzaron a descontrolarse de una manera extraña. Todos los animales, absolutamente todos, mauyaban, ladraban, chillaban y corrían hacia todas partes describiendo figuras circulares en el suelo; desconcertados y confundidos. Un comportamiento bastante irregular por parte de ellos. Poco tiempo después, se desplomaron en el frío piso, sin moverse, o al menos mostrar señales de vida.
No pasaron ni 3 minutos cuando a lo lejos, cerca de dos kilómetros a la redonda, un estruendoso ruido llego hasta mis oídos seguido de una bola de humo gris mezclada con fuego que se extendia hacia el cielo manchado de estrellas. Los gritos de las personas cercanas al accidente fueron claramente percibidos, dejando a la imaginación el ominoso percance de ese fatal accidente. Las llamas se alzaban salvajemente creando una muralla de fuego calcinando todo a su paso. Las personas alcanzadas por la ola de fuego corrían de un lado a otro, tan brillantes, y con fuego por todas partes, como un espectaculo de fenómenos ardiendo; esperando a ser disueltos por la fría muerte.
Pero la situación no mejoró después de eso, si no que fue empeorando con el paso de los minutos, mientras el cielo se pintaba de un negro azabache; las estrellas se desvanecían en el horizonte, dejando a su paso un manto tan oscuro como el mismisimo abismo. La nube se estaba disipando, y el resto de la gente salía de sus casas, postrandose en el umbral de su puerta, para observar el percance mundial. Lo último que pude escuchar en las noticias, fue que en todo el mundo, sucedía un acontecimiento desconocido. Ese eclipse lunar no era común y corriente, hacía que los animales se volvieran locos y las personas morían por causas aún desconocidas por mi persona.
La señal de los teléfonos celulares  y teléfonos fijos se cayó aproximadamente a las 12 con 40 minutos, cuando traté de llamar a mi madre, y solo me encontre con la maldita estática, no solo en mi móvil, si no en cualquier aparato electrónico que tenía a la mano (televisor, Radio, y celular por supuesto).
La desesperación de las masas por saber que sucedía empezo a acrecentarse no sólo en la cuadra donde me encontraba, si no más allá del punto central de mi ciudad. Afortunadamente, la luz aún funcionaba - con fallas continuas- más sin embargo,  fue lo último que se desvaneció antes de que todos desaparecieran de la faz de esta dimensión.
Traté desesperadamente de hacer una llamada telefónica sin resultados, y, ahogando mis fallidos intentos me dispuse a tomar las llaves de la camioneta para salir en busca de mi madre, quién se encontraba en las afueras de la ciudad. No tenía idea de lo que pasaba en esos instantes,  y no se que sucedia con el maldito planeta tierra. La señal de televisión estaba suspendida en estática, el internet había muerto y algunos aparatos electrónicos habían dejado de responder, prender, o funcionar. Los dominios del ser humano, estaban completamente muertos, y lo único que quedaba era una idea de falsa esperanza por sobresalir de aquella ominosa experiencia.
La frustración comenzó a adueñarse de mi ser, y llego un momento donde quíse estar lejos  de casa, como fuera posible. Tomé las llaves de mi camioneta, y me apresure a guardar algunos alimentos dentro de mi maletín del trabajo, (las maletas de viaje se las había llevado mi esposa al Viaje a Egípto junto con mis dos hijos; practicamente la última vez que los vería con vida.) coloqué el maletín en el asiento trasero, donde solía sentarse Elizabeth con su osito de felpa favorito. El ambiente comenzaba a tornarse denso, y lujubre. Las luces se desvanecían de tanto en tanto, describiendo un cálido espectaculo para mis ojos.
Di marcha, y la camioneta respondió en seguída. A un nivel de velocidad considerable cruce la ciudad en menos de 15 minutos hasta donde se encontraba mi madre.
Lo que vi  en ella - en la hoy totalmente destruída ciudad fantasma- es algo que prefiero evitar narrar con detalle, ya que las grotescas imagenes de lo que me encontré en esos momentos, dan golpes a mi conciente hasta dejarlo aturdido, y los sueños me llevan a lugares tan despiadados que no quisiera visitar otra vez. Prefiero reservarme el derecho de describir todo lo que se encontraba en la ciudad en el momento en que la luz se esfumó de los terrenos dominados por el hombre. Son cosas que; si llego a salir de esta apretada situación me gustaría borrar de mi mente; olvidar todo lo que vi con detalle. Aún siento el olor de la sangre en mi nariz, y me lleva a remembranzas e imagenes de un asfalto pintado de rojo escarlata, brillante con el vano fulgor de las pocas estrellas nocturnas.
Llegué hasta el lugar donde se encontraba mi madre, aún con esas indescriptibles imagenes en mi cabeza, con ganas de vomitar, y un ligero sabor a metal en mi boca.
Llamé a la puerta 2 veces sin respuesta alguna, lo que me hizo entrar en desesperación y tumbarla de una patada.
Afortunadamente mi madre aún estaba ahi, sin embargo no lucía del todo normal: estaba en un rincón de la casa - donde tiene a todos sus santos, Cristos, y Virgencitas - hincada, pidiendo clemencia y salvación al Creador.
Al mirarme, se llevó las manos a la cara  y comenzó a llorar, con un semblante de miedo, y desesperación por todo lo que estaba sucediendo en aquellos momentos.
No dijo palabra alguna, solo repetía inconcientemente una frase que aún da vueltas en mi cabeza, dejando a la imaginación teorías del inevitable fin del ser humano: "Este es el día en que la luz de la tierra se desvanecerá, arrazando con toda la raza humana"
Traté de tranquilizarla, pero mis intentos fueron en vano. Subimos rapidamente a la camioneta y dimos marcha a una cabaña cercana al bosque, que había comprado con Kiara,para pasar el verano con los niños.
Lo siguiente... no sé si deba contarlo. No sé realmente si crean cada palabra de lo que diré. Lo que se es que, pensar en ello me vuelve loco cada día más, y solamente quiero asegurarme de  que... lo que vi realmente sucedió, o simplemente fue una jugarreta que mis ojos fabricaron para mi. Las sucias imagenes de la ciudad envuelta en rojo, y... Aquellas criaturas de la noche, asechando de formas indescriptibles y persiguiendonos por al menos 4 cuadras es algo que me tiene con este frio insomnio, este miedo de caer dormido y despertar a la merced del creador, listo para juzgar mis actos en este siclo de vida que está finalizando.
Camino a la cabaña, más o menos a las 2 con 7 minutos, se fue por completo la luz en todo el mundo.
El silencio descendio desde su más lujubre escondite para dominar por completo la escencia humana del planeta tierra.
Todo parecio enmudecer en cosa de instantes: Los perros gatos, y animales cesaron sus lamentos. (obviamente, los animales que quedaban con vida claro está). Las aves emprendieron  su vuelo directo al cielo negro que cubría por completo el planeta tierra, desapareciendo en la frontera de la realidad y el sueño. La camioneta empezó a a disminuír la velocidad, sin embargo, no lo suficiente para evitar que nos voltearamos antes de llegar a la cabaña de Verano.
La camioneta describió 2 vueltas  mortales consecutivas en el asfalto deteniendose cerca de un campo, quedando nosotros completamente de cabeza. El cinturón salvó mi vida.
Desafortunadamente, mi madre perecio en el accidente, y por muy cruel que parezca,  en ese momento no importó nada más que encontrar una fuente de luz.
Sentía un fluído recorrer parte de mi abdomen, un líquido cálido, que empapaba por completo la parte delantera de mi sueter. Pero tampoco le dí mucha importancia a ello.
El silencio seguía haciendo de las suyas. No había ruido alguno, que pudiera percibir mis oídos. Ya exahusto y cansado, me tiré sobre el cesped, esperando que todo regresara a la normalidad...

No sé cuanto tiempo de vida me quede. ¡Estoy desesperado! Llevo más de 3 horas tirado en el suelo sin poder moverme de este maldito sitio. Estoy mareado, y la oscuridad sigue reinando ésta dimensión ¿Porque no morí enseguida como los demás? ¿por que soy el único bastardo que sigue vivo? Quiero irme de aquí al otro mundo. No pasará mucho tiempo antes de que sea devorado por esas cosas pestilentes, que solían ser humanos....Sólo que, hay algo más por anexar a estas memorias, que; si alguien llegase a encontrar, espero que se haya solucionado el caos.
No tengo mucho tiempo de vida, y trato de borrar todos aquellos instantes de mi mente. Pero mamá tenía razón...Este es el día en que la luz de la tierra se desvaneció por completo arrazando con toda la raza humana... Este es el día, en que la tierra se cubrió de oscuridad y devoró toda esperanza y luz posible de ella...
¿Y saben que es lo peor de morir devorado por aquellos seres?
Que, cuando se esfumó la luz en todo el mundo... El ser humano, temió encontrarse varado en la oscuridad, conversando con el mismo...


Gracias por leerme.

19 de diciembre de 2010

Tus ojos; tu mirar.


Como poder explicar el inequívoco sentimiento cuando aquellos ojos perturbaron mi alma en lo mas indómito de mi ser.
Parece como si, de pronto todo el ritmo del sistema solar, y del mundo se detuviera de golpe, para poder mirarte antojandome una eternidad. Como es posible, que de entre billones de ojos, con caracteristicas diferentes o similares, tenía que perderme en tu mirada. Con rasgos tan comunes para -personas comunes- más no para mi. 
Describir aquella insasiable sensación de querer verlos una vez más, me hace estremecer. Y sobre todo, desear volver a aquel instante que describió un momento eterno en el calendario de mi pensar...que desgarró cada pensamiento de un mirar estereotipado, hasta que mis ojos cruzaron su camino con los tuyos.
Los ojos de aquella mujer, que aún me tienen inmerso a una imaginación intangente, y para mi regocijo, bastante plausible, y con un afable sentimiento para -disfrutar-....
Sin embargo, la misma ironía del tiempo y espacio que nos rodea es bastante inverosimil, carente de una verdad prudente.
Como el momento puede unir fuerzas con el tiempo, para pactar una guerra  moral entre tu mirada y la mía. Y al final de todo, resulta ser tan solo un sueño, un largo sueño del que he despertado, confundido y perdido de mi realidad. Soñar despierto con el suave desvelo de tus ojos es salvaje, y me lleva a lugares desconocidos, donde no sé si lo que piso, es tan solo una fantasia más de este paraje mental...
Donde el tiempo es enemigo, y la distancia es obstaculo para lograr verte una vez mas...

Gracias por leer.

11 de diciembre de 2010

El cielo es el límite.

Un día mi abuelito me dijo que no había limites en esta vida.
Me dijo que no había nada más maravilloso que cumplir nuestros sueños. El hablaba mucho de maquinas de vapor, de trenes recorriendo todo el mundo, en una vía sin final.
Me contó de lo maravilloso que sería poder escuchar el noble y melodioso sonido de una orquesta en un concierto. . .
Me dijo que a el le gustaría ir a algún concierto una vez en su vida, y escuchar aquellas sinfonías tal y como lo hacía en su juventud cuando trabajaba de mozo en la casa de un acaudalado señor, con su prominente familia.
De que manera puedo cumplir mis sueños, sin antes mencionar, al precursor de mi imaginación e inspiración...
Donde quiera que te encuentres. Espero que estés orgulloso de mi. Porque el día de mañana, comienzo la búsqueda de ese tan anhelado sueño que he tenido en mente durante años...
Y tan solo me preservo de distancias y espacios vacios, porque se que el único limite que tengo; "Es el cielo"...

3 de diciembre de 2010

El día final...


No tenía idea de lo que era la muerte; hasta que lo senti en carne propia.
Obviamente, yo no fui el que me fui al otro lado. Digo que lo sentí en carne propia porque, perdí a los seres que amaba con todo mi corazón.
De pequeño, mientras jugaba con mis Playmobil, en el patio, construyendo mundos tan tergiversos; ajenos al propio, me encontraba con comentarios de los mayores - con un tono de preocupación - cuando mencionaban la muerte de alguien.
Yo jamás tuve la necesidad de preocuparme por la muerte de algún ser cercano, ni nada por el estilo, porque jamás me pasó por la mente, que la muerte sería algo tan dificil de aceptar, e inclusive, con el tiempo me di cuenta que el trauma que tenían los mayores respecto a la muerte, me empezo a afectar de un modo similar con el transcurso de los años.
Aún recuerdo cuando escuche por primera vez la frase: "Que en paz descanse". Aquella vez, me encontraba en casa de mi abuela, y recuerdo que mis padres habían salido a trabajar arduamente. La noche llego pronto con un mar de malas noticias a cerca de un tío que vivía en México, y era comerciante. Lo que recuerdo haber escuchado, es que, un microbusero loco lo había arroyado y a la hora del impacto, las viceras de mi tío reventaron, y él murio al instante.
Sinceramente dudo de mi versión de su muerte, ya que era un mocoso y en aquella epoca no entendía terminos utilizados por mis tíos; las lagrimas derramadas por mis tías, y la cara de preocupación de toda la familia en general.
No fue lo mismo cuando yo tenía 16 años, y pasó lo que tenía que pasar: Lamentablemente perdi a un ser importante, que digo importante; a la persona mas grande de este mundo, por causas de enfermedades distintas. No fue hasta este percance que, entendí la muerte de otra manera, y maldije el simple ritmo, y linea del tiempo de la vida. Maldije todo lo que parecía ser la causa de la muerte de mi abuela. No quería saber de nada, ni de nadie. Solamente quería que ella volviera y no se fuera jamas. Un pensamiento bastante absurdo, pero pienso yo, que ese pensamiento fue el que me mantuvo con los pies en la tierra, y muy en el fondo; conciente de que, las cosas pasaban por "X" razón y que no sería capaz de comprender hasta que fuese mayor. (erronea idea)
El tiempo pasó, y como de costumbre las malas noticias también; los malos momentos no dejaron en paz a mi familia, y lamentablemente al año siguiente de que partiera mi abuela, también lo hizo mi abuelo.
No sé, si lo que pasó fue tan pronto, que no lo asimilé enseguida.
Se fué mi abuelo, y si; me diolio bastante, pero había algo en mi corazón que me impedía derramar lagrimas, como con mi abuela. A mi abuelo le tenía un aprecio bastante grande, ya que solía convivir con él, a la hora de la comida, y en todo momento posible. Siempre me platicaba de anecdotas de su pasado, historias del bellisimo folklor del pueblo donde había nacido; para mí una de las compañías más maravillosas que pude haber tenido, como representación de mi padre.
Lo que habitaba en el fondo de mi corazón cuando mi abuelo se fué, no era un sentimiento de tristeza. Un evidente sentimiento de repudio, y odio hacia la vida y hacia el "Creador" si es que existe, se apoderó completamente de mí. Me había quitado lo que más yo amaba en la vida, un trato demasiado injusto llevarse a las personas que siempre cuidaron de mi y de mis primos. Nefasto era pensar en el Creador, mofandose de nosotros a cada rato.

Con el tiempo aprendi aceptar la realidad, y me dí cuenta de la extraña simbiosis de sentimientos que se crean cuando una persona muere.
Nos enfrascamos tanto en el percance, que nos olvidamos completamente de vivir. Olvidamos respirar; olvidamos que a pesar de que ellos no están, la vida continúa y tenemos un futuro aún por seguir.
Hace tiempo que mi corazón perdió la fé y la devocion. Pero hay algo que me dice, que mis abuelos, están mejor, y descansan tranquilamente. A veces, todavía tengo la fortuna de soñar con ellos, y charlar cada vez que los encuentro.
Les escribo ésto, porque soñé que mi abuelo conversaba con un amigo al que conozco, y lamentablemente perdió a su abuelo también. Eso para mi, es una señal. Una señal bastante buena. O simplemente estoy completamente loco, por creer en los sueños que tengo.
Igual, y... Es mi manera de aceptar la muerte como un escalón mas en nuestra vida.

Gracias por leerme.