18 de enero de 2011

Tiempo atrás.

Que cosas tan extrañas pasan últimamente, en el fino umbral de mi mente, fusionado con aquellos sueños que hoy me apetecen tan lejanos y ajenos a mi persona.
Quién podría adivinar que las cosas pasarían de manera tan precisa, que lo único por completar en la estancia de este solitario sitio, es maldecir una y otra vez aquel error que cometimos sin al menos poder retroceder el tiempo unas horas, días, incluso años atrás para darnos cuenta que, cometeríamos el mismo tropiezo, por calculados que fueran nuestros pasos.
Es increible como pasa tan rápidamente el tiempo, que en un abrir y cerrar de ojos, nuestro rostro pintado con la suave textura de la alegría terminaría siendo tan sólo el recuerdo de las añoranzas de antaño cuando te conocí por primera vez
Quisiera retroceder el tiempo impreciso en la fría estancia de mi vida, para degustar más de aquellos labios que por instantes –que parecieron eternos–rosaron  los míos haciendo palpitar mi corazón con tal rapidez que sentía como si quisiera salir de mi pecho con tal brusquedad que olvidaba respirar por momentos mientras tus labios se encontraban con los míos.
Que esperamos del tiempo si no tiene nada más que ofrecernos que el dulce sabor del recuerdo, empero el amargo sabor de la realidad, y sin más que pensar, solo me queda recordarte por lo que has sido en estos útimos cinco años, que deseosamente me gustaría volver a vivirlos con la diferencia de que, me gustaría vivirlos contigo...
Una pausa entre el espacio es lo que se necesita dentro de todas las remembranzas que vienen a mi mente llamando a la puerta a éste olvido, pidiendo señales de tu recuerdo que aun vive dentro en lo profundo e inaudito de mi ser. Mientras tanto, gozaré de mirar tus ojos, esperando un encuentro furtivo entre ellos...


No hay comentarios:

Publicar un comentario