29 de enero de 2011

Crónicas desesperadas: Perdido en la Gran Ciudad

Si...
A todos nos puede pasar alguna vez en la pinche vida...
Se te ocurre agarrar un camión con destino a la bellísima ciudad de México, tu, un humano cualquiera de "provincia" por así decirlo, que se dirige a México a comprar un par de cosas por cuestiones laborales. Piensas unos instantes antes de abordar al autobus: – Creo que me vendría bien visitar a mi amigo Fulano; hace tiempo que no lo veo...– Sin mencionar que el viaje que estás a punto de emprender te llevará a caminar horas más tarde por la peor zona de la ciudad capital.
Quién sabe, dicen que el destino es bastante preciso en cuestiones de manipular nuestra linea de tiempo y espacio sobre nuestros dominios terrestres, fuera del sueño onírico. ¡Que va! Me perdí en el bello centro de México, después de horas de buscar una maldita tienda de productos de recreación artística de las Calles –Street Art–.
Aquel día por cuestiones estupidas de estár leyendo blogs en el móvil, olvidé cargar la bateria (sabría que me serviría el Jueguito de GPS que traía instalado) y al día siguiente me levante bastante temprano; más temprano de lo común para emprender mi viaje en búsqueda de los dichosos artículos.
Tomé el metro con dirección Indios Verdes, que sé yo, ni siquiera recuerdo las lineas de metro que tomé para llegar al centro. Lo único que salvaba mi pellejo en aquellos momentos era mi mapita, donde en la portada se leía: – México 2010 Bicentenario –. Me sentía tan seguro. Tal era mi seguridad que me sentía como Dora la exploradora, con todo el pinche conjunto de herramientas que la afamada "Mochila Mochila" le podía proporcionar en momentos de peligro, o ubicación.
Una de las causas para ir a México al centro en búsqueda de no solo herramientas de entetenimiento personal....Fue, la responsabilidad familiar.
Invitaciones.
Claro, invitaciones para la fiesta de 3 años de mi sobrina. Ah! Pero no cualquier tipo de invitaciones. Invitaciones con dos palomas sosteniendo del pico un listón donde se lee claramente el nombre de la festejada... ¡No!. Invitaciones basadas en la inmaculable imaginación de aquel bastardo que inventó los programas estúpidos para niños.
Porque aquel osado gringo, no invento alguna otra serie para niños donde no incluyera a un remedo de Méxicanos exploradores con raices extrañas, donde la protagonista del programa tiene más amigos imaginarios que un maldito adicto a las drogas. 
"Dora La Exploradora".... Un nombre muy peculiar... Si es de decendencia mexicana, porque no se llama mejor Mercedes, o Xochitl, o Maria... o Mejor aún... REMEDIOS....
¿Se imaginan el programa con ese singular nombre? Prenden el televisor. No hay nada interesante. Hacen el clásico "zapping" matutino de todos los dias, en busca de una programación descente para sus ojos. Cambian de canal una y otra vez hasta que escuchan aquel melodioso nombre, proveniente del canal para niños vociferando: – ¡Si! Soy Remedios La Exploradora... y el es Jorge, mi Xoloitzquintle alegre. Ellos son papá y mamá... Mi papá es un mafioso importante en Quintana Roo, quién pago millones de dolares para que encerraran a Kalimba en la cárcel, y mamá... Mamá es la mujer más maltratada por la mano de mi padre....–
A veces imagino el programa de Dora, con un toque mas "realista" y me imagino de ésta forma el programa. En fín.

Busqué todo el día la dichosa tienda, que jamás encontré. Mucho después encontré una similar, pero no era lo mismo. Caminé sin rumbo, sin sentido. Pase por la misma calle como 300 veces, porque a mí, después de un rato todas las calles lucían igual. Con la misma señora vendiendo periodico, el mismo limpiaparabrisas, el señor pintado de color metálico, esperando una moneda para moverse, y la misma tienda donde había preguntado el precio una vez.
Confiando en nuestro MARAVILLOSO sistema de seguridad Nacional; la policia, me enfrasqué en la búsqueda de un – azúl– para que me instruyera y me dijera la ubicación actual de la tienda que buscaba.

– Disculpe, buenas tardes– dije yo, dirigiendome al sujeto obeso vestido de policía. Al parecer notó el tono "provinciano en mi voz" porque volteo y me observo detenidamente como si fuese un vagabundo en busca de una moneda. – ¿Que quieres?– Me respondió con un tono indiferente. –Señor, no pretendo molestarlo, solo me preguntaba....–hice una pausa – donde puedo encontrar una tienda de artículos de Arte, por ejemplo latas de aerosol, valvulas, pintura, y todo ese tipo de cosas que para ustedes es ilegar hacerlo – dije resaltando las dos últimas palabras de la frase.
–Pos no sé cara de que me veas vato – Me dijo el policia, frunciendo el ceño y mirandome profundamente. –YO soy dipno (supongo que quiso decir digno) y no se de esas cosas, pero si quieres comprar "esprai en aegrosol", vete toda la Corregidora y  te vas a  topar con un chingo de negocios de esprais en aegrosol. – Gracias Comandante – finalice, sonriendo. El policia me observo mientras me alejaba caminando rumbo a la Corregidora.
Maravillosas fueron sus recomendaciones, cuando al llegar me encontré con la calle repleta de ESPRAIS EN AEGROSOL"... Claro. Un error mío. Seguramente olvidé decirle que queria Pintura en Aerosol para pintar en las calles. No Spray en Aerosol para peinarme al estilo Elvis Presley. Maldita sea... 5 cuadras más que había caminado a lo pendejo...
Y al final del día, regresaba a mi hogar, con mis latas de pintura en aerosol, mis válvulas, y una botella de agua, junto con una "Rayarte Magazine" que tuve que comprar para ubicar la maldita tienda de "Esprais en Aegrosol"......

Maldita sea.... u_u



Gracias por leerme.

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