30 de marzo de 2011

Un día...

Un día, estando al borde de aquel abismo, a punto de caer al fondo del precipicio me encontré con una pequeña muralla que evitó que cayera muy al fondo. Me encontré con algo más que una simple pared invisible, como si fuese hecha por un mimo. Me encontré conmigo mismo, relatando historias en una libreta, tristezas en canciones y alegrías pintadas en tela montada sobre un marco de madera. Me encontré relatando historias inimaginables, e inigualables. Me encontré con el principio de este cuento, y el final de una bella historia. Aquel día comprendí que mi vida apenas comenzaba....

Gracias por leerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario